Living solo

Hoy en día, hay más personas viviendo solas que en ningún otro momento de la historia, y las viviendas unipersonales son el tipo de hogar que más crece en todo el mundo (Fuente: Euromonitor). Vivir en solitario se ha convertido en una tendencia impulsada por una combinación de factores sociales, económicos y culturales.

La tendencia de vivir solo refleja un cambio cultural significativo, impulsado por factores como la búsqueda de independencia, el envejecimiento de la población —se prevé que en 2030, una de cada seis personas sea mayor de 60 años (Fuente: Organización Mundial de la Salud)— y un nuevo enfoque de las relaciones personales. Aunque vivir solo atrae a un número considerable de la población al considerarse una opción deseable por la privacidad que proporciona, esta decisión sigue presentando desafíos. Las dificultades van desde la falta de espacio hasta la sensación de aislamiento social, que ya afecta tanto a jóvenes como a personas mayores.

Drivers del cambio

A medida que la población envejece, muchos prefieren hacerlo en sus propios hogares, lo que ha aumentado la demanda de viviendas unipersonales. Además, tendencias como el Movimiento 4B, —una corriente feminista nacida en Corea del Sur que promueve la independencia de las mujeres mediante el rechazo al matrimonio, las relaciones con hombres o la maternidad (Fuente: The Free Press)— están contribuyendo a reconfigurar los modelos de convivencia tradicionales. En este contexto, la autonomía personal gana protagonismo, reforzando la atracción por formas de vida más individuales.

Ahora bien, optar por una vida independiente no implica necesariamente renunciar a los vínculos afectivos. Está resurgiendo con fuerza el modelo conocido como Living Apart Together (LAT), acuñado en los países escandinavos durante los años 60 (Fuente: Cairn.Info: Humanities & Social Sciences), que describe a parejas que mantienen una relación estable sin compartir la misma vivienda. Este enfoque, que hoy cobra nuevo interés en distintas partes del mundo, permite preservar la intimidad y el espacio personal dentro de una relación amorosa. Su adopción va en aumento: en Estados Unidos, entre 2000 y 2019, el número de personas casadas que vivían en domicilios distintos creció un 25 %, alcanzando los 3,9 millones en 2021 (aproximadamente el 2,9 % de los matrimonios, según El País). En España, se estima que alrededor del 8 % de las parejas siguen este modelo, cifras similares a las registradas en Inglaterra y EE. UU. (Fuente: Universidad de Málaga).

A una escala más pequeña, las parejas están reestructurando la distribución del hogar para alojar nuevas dinámicas de convivencia como el «divorcio para dormir», donde las parejas duermen en habitaciones separadas. Una tendencia cada vez más frecuente entre los millennials: un 43 % eligen dormir solos (Fuente: Sleepopolis), lo que refleja una necesidad palpable de disfrutar de tiempo a solas y reafirmar su autonomía.

«Aunque parezca un concepto innovador, en realidad el espacio «no-binario» recupera y aprende de formas de habitar del pasado: espacios donde convivían trabajo, producción, ocio y vida familiar sin compartimentaciones estrictas. Diseñar desde la no binariedad implica liberarse de los usos y tipologías predefinidos; buscamos espacios que no estén condicionados por etiquetas como ‘salón’, ‘cocina’ o ‘comedor’».

Luis G. Pachón, Studio Pachón-Paredes

La consecuencia

El concepto de vivienda está evolucionando para adaptarse a nuevas estructuras de convivencia y necesidades individuales. Algo que puede verse rápidamente en la propuesta de vivienda no-binaria del estudio Pachón Paredes. Un modelo que desafía la rigidez de las distribuciones tradicionales del hogar y apuesta por espacios flexibles y adaptables, que se configuran en función de las necesidades del habitante en cada momento. En el contexto de «Living solo», esta aproximación permite que una vivienda unipersonal sea más versátil, adaptándose a distintos usos sin estar encorsetada en funciones específicas y predefinidas.

El fenómeno de la vida en solitario abarca una amplia gama de grupos de edad y perfiles de consumidores y está evolucionando más allá de los clichés anticuados ligados al género, como el estereotipo del “piso de soltero”. Aunque este estilo de vida ofrece ventajas claras en términos de independencia, también implica desafíos económicos. Un estudio de Zillow, empresa estadounidense del mercado inmobiliario tecnológico, calculó el llamado «impuesto de los solteros», que refleja los costes adicionales de no compartir gastos, y que puede alcanzar hasta los 7.110 dólares anuales. Esta realidad ha impulsado una mayor demanda de soluciones de vivienda asequibles y prácticas, como muebles multifuncionales y espacios mejor optimizados. En este contexto, los principios de la vivienda no-binaria resultan especialmente relevantes: proponen eliminar jerarquías espaciales y diseñar entornos híbridos que se transformen según las necesidades del día a día, optimizando el espacio sin sacrificar comodidad.

Las claves del diseño

Con más de una función

A medida que el hogar asume cada vez más actividades, el mobiliario transformable juega un papel esencial, no solo por su funcionalidad, sino por su creciente atractivo estético. Lo que anteriormente se consideraba una solución económica y práctica, como muebles plegables, escritorios multifuncionales o sofás cama, ha dado paso a propuestas de diseño sofisticado y deseable.

Mobiliario camuflado

Escritorios que se esconden, sistemas de almacenamiento que parecen una única pieza pero se despliegan según la necesidad o taburetes con compartimentos internos, son ejemplos claros de cómo la versatilidad se ha convertido en un principio fundamental del mobiliario actual.

Mini refugios (nooks)

Las aberturas estratégicas en las paredes son una forma innovadora de crear espacios en áreas infrautilizadas de la casa. Estos rincones ofrecen pequeños refugios que brindan intimidad y funcionalidad. Aunque inicialmente destinados para la lectura y el descanso, estos espacios están evolucionando para integrar elementos de trabajo, incorporando diseños plegables o deslizantes que permiten ocultar equipos y adaptarse a las exigencias de un entorno laboral multifuncional.

Diseño dopamínico

La psicología del color se convierte en un elemento clave en el diseño de espacios capaces de evocar distintas energías y estados de ánimo. El uso de colores vibrantes y una iluminación que estimule el bienestar serán herramientas fundamentales para crear ambientes que no sólo respondan a las necesidades funcionales del hogar, sino que también generen sensaciones positivas y favorezcan una atmósfera emocionalmente enriquecedora.

Personalizable al máximo

La personalización, junto con soluciones de bricolaje accesibles, ofrecerá la oportunidad de experimentar con la decoración y transformar el hogar con cierta frecuencia, mostrando un reflejo claro de la identidad de sus habitantes a través del espacio.

 

Case studies

 
01

El arquitecto Ismael Medina Manzano (España) diseñó este interior para garantizar la máxima flexibilidad y adaptabilidad a actividades presentes y futuras. El espacio integra estanterías, armarios, despensas ocultas y mobiliario plegable y móvil, permitiendo una reorganización fluida según las necesidades del usuario.

 
02

Con el objetivo de optimizar al máximo la calidad de vida en una vivienda micro, Supra-Simplicities concentra todas las funciones en tres escenas esenciales: dormir, comer y asearse. Estas se encapsulan en un cilindro de madera montado sobre una plataforma giratoria, como en un escenario teatral, eliminando pasillos y espacios de transición innecesarios. Solo una escena se activa al conectarse con la zona iluminada de la entrada, mientras el resto permanece oculta. Esta solución ofrece un hogar dinámico y lúdico, maximizando funcionalidad y espacio en una estructura compacta e innovadora.

Créditos: Supra-Simplicities.

03

The Village, diseñado por el estudio de arquitectura Sordo Madaleno, es parte de un plan maestro residencial que busca integrarse con sensibilidad al entorno natural y cultural del noreste de la península de Yucatán. El proyecto responde al paisaje, la biodiversidad local y el legado maya a través de una arquitectura que combina principios de orden riguroso con una notable flexibilidad espacial. La forma escalonada de sus edificios evoca las pirámides antiguas y respeta la escala humana, promoviendo una relación íntima con la vegetación y el entorno. El diseño modular favorece adaptabilidad y diversidad de uso, sin perder coherencia formal.

Créditos: Óscar Caballero para Sordo Madaleno.

04

El estudio Pachón Paredes ha transformado un piso de 100 m2 ultra compartimentado, ubicado en una torre experimental de los años 50 junto a Madrid Río. El proyecto desmonta la distribución original para crear un espacio no binario, donde funciones como vivienda, trabajo o deporte puedan coexistir y adaptarse libremente. Inspirado en una planta de cruz latina, se diferencian áreas libres y otras programadas, sin imponer usos fijos. El mobiliario, materiales y detalles constructivos refuerzan esta ambigüedad funcional, ocultando equipamientos específicos y permitiendo una reinterpretación constante del espacio, priorizando la flexibilidad, la energía y la libertad de uso.

Créditos: Luís Asín