Los viajeros ya no buscan solo descubrir nuevos destinos, sino que quieren vivir experiencias ligadas a la música, el deporte, el arte y la cultura pop. Este fenómeno responde a una transformación en la forma en que las personas entienden el acto de viajar: ya no se trata únicamente de ver, sino de sentir, participar y conectar emocionalmente con lo que les apasiona.
Festivales, conciertos, giras mundiales, grandes eventos deportivos, estrenos de cine o exposiciones virales se convierten en catalizadores de desplazamientos masivos, redefiniendo la noción misma de destino turístico. En este nuevo escenario, elegir a dónde viajar ya no se basa solo en la geografía, sino en el calendario cultural y emocional de cada persona. Las redes sociales y las plataformas de streaming han contribuido a esta transformación, amplificando el deseo de estar donde ocurre todo y de formar parte activa de esos momentos icónicos que antes solo se veían a través de una pantalla.

El auge del turismo experiencial es uno de los principales motores de esta tendencia. Los viajeros buscan cada vez más vivencias únicas y personalizadas en lugar de simples visitas turísticas. Según un informe del operador hotelero Accor (2024), el 78 % de los turistas globales prefieren experiencias auténticas sobre compras o turismo mainstream. Además, la Generación Z y los Millennials, que representan la mayor parte de los viajeros actuales, priorizan los viajes ligados de alguna forma a sus intereses y pasiones. Como destaca Sébastien Bazin, CEO de Accor: “El futuro del turismo no solo está en los destinos, sino en las emociones que esos destinos generan”.
El impacto que la cultura pop genera en la toma de decisiones a la hora de viajar es otra de las cuestiones que está redefiniendo el sector. Plataformas como Netflix, TikTok e Instagram han convertido escenarios de películas, series y eventos culturales en destinos turísticos de moda. Según Expedia (2023), el 39 % de los viajeros eligieron un destino después de verlo en una serie o película, y el 44 % de los viajeros británicos afirman que la oferta cultural del lugar es una de las razones más importantes para elegir un destino de vacaciones (Fuente: Skyscanner 2025). La música también es un gran impulsor: festivales globales como Coachella, Glastonbury o Tomorrowland, o giras mundiales como la de las cantantes Beyoncé o Taylor Swift, no solo atraen multitudes, sino que generan economías turísticas en las ciudades que los albergan. James Thornton, CEO de Intrepid Travel, señala: “Los viajes ya no se planifican solo por el destino, sino por las experiencias culturales que este ofrece”.

«La identidad de marca no nace del deseo de gustar a todos, sino de la decisión consciente de a quién quieres hablarle. Cuanto más claro es el cliente objetivo, más coherente y poderosa puede ser la propuesta. Apostar por un nicho implica asumir riesgos —limitar el alcance para ganar autenticidad—, pero también es lo que permite construir espacios únicos, con alma, que conectan desde la experiencia y no solo desde la estética».
Raúl Téllez, Minor Hotels

Para satisfacer la creciente demanda de viajeros que buscan exprimir su pasión por la música, el deporte o la cultura pop mientras viajan, los hoteles están apostando por habitaciones temáticas, inspiradas en momentos e iconos culturales. Desde suites decoradas con referencias a portadas de álbumes legendarios hasta espacios que recrean escenarios de películas y series icónicas, el diseño de interiores se convierte en una extensión del entretenimiento, con el objetivo de crear una experiencia enriquecedora y que se fomente un sentido de comunidad entre personas con los mismos intereses.
Lejos de quedar en el terreno superficial, estudios demuestran que existe una relación entre la exposición a experiencias culturales y artísticas y una salud mental positiva (Fuente: BMC Public Health). Los hoteles se hacen eco de esto y plantean sus interiores como lugares que infunden una sensación de bienestar y colectividad cultivada a través de espacios y experiencias orientadas a todo tipo de manifestaciones culturales. Por otro lado, este tipo de experiencias no solo ayudan a crear un sentimiento de comunidad entre huéspedes con los mismos intereses, sino que también crea un sentido de fidelización a través del marketing experiencial que se ofrece en el recinto hotelero.
El 74 % de los viajeros cree que las experiencias de viaje centradas en intereses y pasiones compartidos profundizan el sentimiento de conexión (Fuente: Design Hotels, 2024). Elementos exclusivos y coleccionables como llaves personalizadas con diseños inspirados en el festival o en el torneo del momento, amenities tematizados, obras de arte con referencias directas a momentos deportivos históricos y merchandising exclusivo forman parte de la estrategia para ofrecer una estancia única.
Incorporar referencias literales a ilustraciones de álbumes, momentos deportivos emblemáticos y motivos culturales que atraigan directamente a los fans.
Resulta interesante introducir el diseño de áreas temáticas pero sin perder de vista el bagaje cultural y el gusto local de los lugares en los que se encuentra, reflejando también la cultura y tradición del destino y evitar que parezca un parque temático.
Para atraer a grupos multigeneracionales que viajan para celebrar eventos, será importante incorporar elementos flexibles que agilicen la ampliación de las habitaciones según las necesidades de estas personas.
Diseñar espacios que fomenten la conexión entre huéspedes con intereses similares: zonas comunes que invitan a compartir, lounges temáticos, microescenarios para pequeñas performances o proyecciones, etc. El interiorismo se convierte en catalizador de la comunidad.
Crear interiores que cuenten una historia o permitan vivir una narrativa, inspirándose en secuencias de películas, escenarios de conciertos o eventos deportivos. El objetivo es que el huésped sienta que está «dentro» de una experiencia cultural, no solo alojado en un hotel.
Una suite temática del Rey León en el Hilton New York Times Square celebra la proximidad del hotel al musical de Broadway.
Créditos: Drew Gorrie.
Las suites Rally Room de IHG en el Kimpton Hotel Eventi y el Hotel Indigo Atlanta Downtown presentan una atrevida decoración temática inspirada en el US Open.
Créditos: IHG Hotels & Resorts.

Los fans de la película Wicked pudieron sumergirse en la suite Stay Like Wicked del Hilton Midtown de Nueva York, donde, entre noviembre de 2024 y enero de 2025, el Grupo Hilton se asoció con Universal Pictures para crear un espacio inspirado en la Ciudad Esmeralda, evocando la magia del escenario Art Déco de la Tierra de Oz.

La propuesta del lobby combina esencia mediterránea con una estética contemporánea y tecnológica. Se optimiza el mobiliario, se evita el cliché decorativo y se apuesta por una paleta sofisticada y referencias visuales ligadas al running urbano.
Espacio inspirado en la tendencia «Event-driven travel»